las condiciones del diálogo (una interpretación)

Quisiera comentar algunas dificultades que experimento a menudo respecto de la fluidez del diálogo en general entre dos o más personas (o grupos) que, muchas veces, llevan a falta de entendimiento, de comprensión o también esporádicamente a alguna discusión…Mi registro en estas ocasiones es de incomunicación, de no conexión, de que “algo no me encaja”…de falta de interés…
Desde luego, considero de mucha importancia la comunicación interpersonal por lo que entiendo que puede ser útil despejar dificultades que creo, ponen impedimentos a esa comunicación...

Comencé por volver a leer el texto de una conferencia que Silo pronunciara el 6 de octubre de 1993 en la Academia de Ciencias en Moscú, bajo el nombre de “Las Condiciones del Diálogo”.
Este breve escrito es una interpretación…esta interpretación intenta un acercamiento al tema, que no termina aquí, sino que, como es obvio admite otras interpretaciones, otras formas de “verlo”…

Bueno a lo que íbamos…en esa ocasión Silo manifestó……. / “No existe diálogo completo sino se considera a los elementos pre dialogales en los que se basa la necesidad de dicho diálogo.”

Aquí podríamos considerar al diálogo, como una relación de reflexión o una discusión entre personas, entre partes.

Parece que hacen falta unas condiciones mínimas para que exista esa relación o para que también se siga razonablemente una charla, una conferencia…
Entonces para que un diálogo sea coherente se hace necesario que:

1) las partes que intervienen coincidan respecto al tema propuesto.

En este caso estamos diciendo que en esta relación que se establece cada uno tiene en cuenta el discurso del otro u otros. Por otra parte el hecho de que exista un tema fijado no quiere decir que éste no admita transformación o cambio a lo largo del desarrollo del diálogo.

2) valoren el tema en un grado de similar importancia.

Ha de haber una valoración de la importancia que el tema tiene, dentro de ciertos límites aceptables. Porque si para uno tiene una ponderación de alta prioridad y para la otra parte es trivial podrá haber acuerdo sobre el tema, pero no sobre el interés o función con que cumple el conjunto del discurso.

3) tengan una definición común de los términos decisivos usados.

Es decir si los términos decisivos usados tienen definiciones diferentes para cada una de las partes se puede alterar el objeto del diálogo y por ello el tema tratado.

Si estas tres condiciones son satisfechas se podrá avanzar y se podrá estar en acuerdo o desacuerdo razonable con la serie de argumentos que se expongan.

Pero existen factores que impiden el cumplimiento de las condiciones del diálogo.

Cuando se establece un diálogo, cada una de las partes puede tener intenciones diferentes y apuntar a objetivos distintos… y, por sobre todo, cada cual tendrá sobre el tema mismo una apreciación global en torno a su importancia…

Esa "importancia" no está puesta por el tema en sí mismo, sino por un conjunto de creencias, valoraciones e intereses previos (es decir una determinada sensibilidad), propios de un determinado momento histórico, una determinada cultura y un área geografía donde se manifiesta, pero que también las personas, “tiñen” con sus particulares matices…estas “creencias” sociales (y/o personales) no pueden ser discutidas porque se toman como la realidad misma….
Es decir estamos hablando de los antepredicativos….

Por ejemplo: en abstracto, dos o más personas (o grupos) podrían ponerse de acuerdo al fijar el tema del "sentido de la vida", como de suma importancia y, sin embargo, en la práctica, una de las partes estar convencida que el tratamiento de tal cosa es de escasa practicidad, que no resolverá nada y que, por último, no es de urgencia cotidiana….

O sea que convendrá, creo, tener en cuenta los pre dialogales, como así también esas condiciones mínimas para que exista diálogo y como no, estar atento a esas “creencias”, a esos antepredicativos que, muchas veces, parecen la realidad misma…

Y para terminar esta brevísima interpretación agregaría que el diálogo es algo vivo, en el que se intercambian ideas, afectos y experiencias en torno a la existencia….

Esta vida humana (de la que uno forma parte) con sus creencias, temores, alegrías, tristezas, esperanzas, odios, ambiciones, aspiraciones e ideales de la época que nos toca vivir, es la que pone la base de todo diálogo…

Un fuerte abrazo, Oscar